Va de castillos

Una mirada fotografíca y restrospectiva de los castillos, murallas y torres del mundo. vadecastillos es un blog hermanado con: Vadehistoria

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viernes, julio 28, 2006

Chaves (Portugal)


La histórica ciudad de Chaves, en Portugal, se fundó por los romanos en el año 78 DC con el nombre de Aquae Flaviae, escogieron el sitio no solamente por su importancia estratégica, sino también atraídos por sus termas y, como no, por los ricos yacimientos de oro encontrados en la zona.

Consecutivamente invadida y ocupada por los suevos, visigodos y moros, Chaves es ahora una urbe rica en monumentos. Destaca por su belleza el casco antiguo y en especial una extraordinaria torre de un castillo del siglo XIV en la cual podemos visitar un pequeño museo militar.

Simancas (Castilla y León)


La situación estratégica de Simancas la convirtió en un punto trascendental para controlar la línea del Duero frente a los musulmanes.

Sabemos que en el año 939 Al Rahmán III sufría una derrota frente a sus muros (los de una primitiva fortaleza), iniciándose un tiempo de exitosas campañas militares cristianas que pondrán en jaque el dominio musulmán de la meseta desde Zamora hasta Soria. La reacción musulmana del general Galib en tierras sorianas y las posteriores campañas de Almanzor culminaron en la derrota, esta vez de las tropas cristianas, frente a Simancas en el año 983.

Hasta que no se produce el desarrollo de Valladolid, Simancas fue la población más importante de la zona. En el año 1255 el rey Alfonso X dona Simancas al concejo de Valladolid, siendo desde ese momento su fortaleza uno de los enclaves básicos, junto con Cabezón, de la defensa de la ciudad castellana.

Mucho se ha comentado sobre el origen del nombre Simancas, permitidme que, aun siendo una leyenda, os cuente lo que un tío mío amante de la historia me explicaba al respecto. El caudillo musulmán de turno pedía como dote anual una serie de “doncellas” a la villa con la amenaza de invadirla y saquearla. Un año, cansados ya de tal abuso, los habitantes entregaron la dote al enemigo pero a las mujeres les habían sido cortados sus brazos (pero el remedio que la enfermedad…). Al verlas el caudillo árabe exclamó. “Si mancas me las dais, mancas las quiero”. Sea como fuese la historia o la leyenda sólo puedo apuntar que en la Plaza Mayor de la población hay una fuente cuyos caños, de los que emana una extraordinaria agua, representan en metal los brazos amputados de varias mujeres.

Coincidiendo con las guerras civiles que enfrentaron a los príncipes Alfonso primero, e Isabel, después, con el rey Enrique IV, se produjeron continuados intentos de dominar la ciudad de Valladolid -garante de seguridad del rey- por los nobles que apoyaban la causa rebelde. De este modo, en 1465, el Almirante de Castilla intentó, sin éxito, tomar Simancas. Esta circunstancia llevó a Enrique IV a ordenar en 1467 a Pedro Niño, regidor de Valladolid, que construyese una fortaleza en Simancas, pero esta vez el Almirante de Castilla, Fadrique Enríquez, se adelanta y toma la villa para el bando contrario, construyendo inmediatamente la actual fortaleza. Tras ser coronados los Reyes Católicos y con el fin de consolidar el dominio de su reino recuperarán para la corona distintas fortificaciones estratégicas en el corazón de Castilla y entre ellas Simancas. Hacia 1510 reforzará la corona la barrera y el foso de la fortaleza, convirtiéndose, junto con Medina del Campo y Arévalo, en una de las fortalezas más potentes en el centro de Castilla. Así resultará en la guerra de las Comunidades, cuando estas fortalezas y especialmente Simancas permanezcan fieles a Carlos I, sin que los comuneros se atrevieran a intentar su asalto. Al término de la revuelta sirvió la fortaleza de cárcel para algunos ilustres comuneros. En ella fue ejecutado el obispo Acuña.

El Emperador Carlos I puso fin a su época militar convirtiéndolo en el Archivo General de la Corona Castellana. Tanto en este periodo como en los sucesivos, con Felipe II y Felipe III se hicieron profundas transformaciones para adaptarlo a la nueva función. Continuaron las reformas con Felipe V y Carlos III (razón por la cual se puede encontrar, en la puerta oeste el escudo de esta casa real, la Borbón)

En la actualidad sigue conteniendo el Archivo.

Perpinya (Catalunya francesa)




Perpiñán o Perpinya es el principal núcleo de la Cataluña francesa. Fue fundada en el siglo X cerca de la Ruscino romana. Capital del condado de Rosellón, pasó a la Corona de Aragón en el año 1172. En 1276 Jaime II hizo de ella la capital del reino de Mallorca, siendo reincorporada a Aragón en 1344. En 1346 fue acuñada en ella la primera moneda de oro de la Corona de Aragón, el florí d'or. Pedro el Ceremonioso fundó en 1350 una universidad que persistió hasta la Revolución francesa y Juan I la dotó con un consulado de mar (1388).

Durante la guerra civil catalana (1462-1472) fue ocupada por Luís XI de Francia en 1462 y en 1473, siendo recuperada por Aragón en 1493. Se desarrolló en ella una activa industria de paños de lana. A lo largo de la guerra de Separación de Cataluña fue tomada por las tropas franco-catalanas y entre 1654 y 1660 fue sede de la Generalidad. El Tratado de los Pirineos ratificó su pertenencia a Francia en 1659, quedando desde entonces Cataluña tristemente repartida entre dos naciones.

El castillo es llamado también el Palacio de los Reyes de Mallorca. Fue construido en el último tercio del siglo XIII por estos reyes insulares aunque sufrió sucesivas modificaciones a lo largo de los siglos XV-XVI y XVII. Esta rodeado de un foso y flanqueado por cuatro torres en sus cuatro ángulos y dos torres laterales, al norte y al sur.

El recinto cuenta con una espléndida torre del homenaje con la entrada principal al patio interior cuadrangular y una torre mayor donde se encuentran las capillas (con decoración gótica) que comunicaban con las estancias del rey y la reina.

Bunratty (República de Irlanda)


Irlanda es otro de esos países que nos presentan castillos maravillosos para visitar pero que en ocasiones, la gente que los visita puede llegar a hacer daño a la vista. Y es que uno llega a tener envidia de los daltónicos al ver según que colores son capaces de llevar algunos turistas en sus ropas veraniegas. En la carretera de Ennis encontramos el turístico castillo de Bunratty. Al pie del mismo, como puede contemplarse en la foto, hay uno de esos típicos pubs llenos de encanto (aunque desgraciadamente el turismo masivo y, muy especialmente, el norteamericano (los especialistas en los colorines absurdos, están destrozando las tradiciones). Por cierto, no es cuestión de preguntar por “Nelly” la cerdita, porque hace tiempo que murió.

En cuanto al castillo podemos señalar que su interior ha sido totalmente reconstruido tal y como fue en su momento de mayor auge. Es de estilo normando del siglo XV. En cuanto a su utilización, es el clásico lugar donde los norteamericanos nostálgicos, esos que buscan desesperadamente sus raíces europeas, comen toda la comida medieval que pueden asimilar (el venado es muy típico). Los camareros visten con ropa de época, hay música de arpa céltica e incluso llegan a improvisarse algunos pasos de lo que podría ser una antigua danza medieval… Sin comentarios…

miércoles, julio 26, 2006

Biar (Comunidad Valenciana)




En el Alt Vinalopó, en la provincia de Alicante, podemos encontrar la villa de Biar., El asentamiento es de origen islámico y se encuentra alrededor de una colina en la que está situado el castillo (con una hermosa torre del homenaje que data del siglo XII (17 metros de altura y tres pisos) y perfectamente conservado gracias a una hábil restauración).

La fortaleza, también de origen árabe, fue construida para la defensa del Port de Biar (una extensa depresión que se encuentra entre la sierra de Sant Cristòfor y la Penya Rúbia). El lugar era altamente estratégico, las tierras de Biar fueron siempre conflictivas porque eran la frontera entre los reinos de Castilla con Valencia (frontera establecida en el Tratado de Cazorla en 11 79 y posteriormente en el Tratado de Almirra en 1244)

Jaime I el Conquistador, rey de Aragón y Conde de Barcelona dio paso a la campaña de la conquista de los territorios valencianos y aunque en un primer momento pactó y permitió que quedara como alcalde Muza Almoravit acabó expulsando a los musulmanes de Biar y de la zona y, como era habitual en aquellos tiempos, repoblando los territorios conquistados.

Por Biar han pasado innumerables de momentos históricos, su condición fronteriza la ha marcado especialmente. Fue tomada en la revuelta de los moriscos, tuvo ilustres prisioneros cuando la Orden del Temple fue disuelta y sus caballeros llevados a prisión. Durante la Guerra de los Dos Pedros (el de Castilla y el de Aragón) el castillo volvió a conocer la guerra, aunque nunca llegó a ser tomada por los castellanos.

Nuevos tiempos trajeron nuevas guerras y durante la de Sucesión, Biar se alineó con el bando Borbón, defendiéndose de los diferentes ataques que el Archiduque de Austria lanzó hacía la fortaleza.

Volvió convertirse en un bastión durante la Guerra de la Independencia, después de ese periodo comenzó su decadencia.

Fue declarado Monumento Nacional en 1931

El Krak de los Caballeros (Siria)


Tendremos que comenzar explicando que un Krak es un tipo de fortaleza que los cruzados edificaron en su aventura de reconquistar los Santos Lugares.

El más destacado de todos, aunque no el único, es el llamado Krak de los Caballeros (Qalat al-Husn), que fue construido por los caballeros Hospitalarios de San Juan en el condado de Trípoli, entre Tartus y Homs, en el año 1142, sobre los restos de otros asentamientos militares.
La Orden de los Caballeros Hospitalarios tuvo su sede central en la isla de Rodas, donde eran prácticamente un Estado, su poderosa flota protegía la costa y a los mercaderes cristianos frente a los musulmanes.
La principal función que tuvieron los Caballeros Hospitalarios en un principio fue la de proteger un hospital construido en Jerusalén antes de las Cruzadas. Los hermanos prestaban juramento de pobreza, obediencia y castidad, y se comprometían en ayudar en cuanto así se lo pidiesen en la defensa de Jerusalén. Su primer jefe, Gerard, era llamado rector; los siguientes, recibieron el nombre de grandes maestres. Por motivos de necesidad, en la Orden primó la actividad militar, en la que todos los caballeros armados eran de origen noble. Formaron una comunidad que se guiaba por la Regla de san Agustín.
Fue Raimundo II, conde de Trípoli, quien cedió a los Hospitalarios el primitivo enclave y durante más de un siglo los cruzados se dedicaron a levantar en aquel lugar una fortaleza que fuera del todo inexpugnable, con un muro externo de unos 30 metros de anchura y siete torres de defensa. Por encima de la primera muralla, en un risco, se encontraba la segunda fortificación.

Se conocen no menos de 10 asedios fracasados sobre la fortaleza. Hasta el propio Saladino (ideal de caballero en la época de las cruzadas, tanto por su trato como por su generosidad) trató de tomarla en el 1188. Tuvo que ser Baybars el egipcio, el gran héroe del Islam, aunque prácticamente desconocido, por no decir olvidado, en Occidente, el que capturó el recinto en el año 1271, aprovechando que su guarnición en esos momentos era escasa.

Baybars refortificó el Krak y fue utilizado por los mamelucos como base a la hora de conquistar San Juan de Acre en 1291.

Peñíscola (Comunidad Valenciana)


Sería casi imposible desligar el nombre de Peñíscola a su castillo. La villa fue conquistada por el rey catalano-aragonés Jaime I en 1233. Los árabes no ofrecieron batalla y la entregaron sin ofrecer resistencia. En 1294 Jaime II se la cede a la Orden del Temple a cambio de Tortosa. Hacia 1319 pasa a manos de la Orden de Montesa, que se la entregará en usufructo a Benedicto XIII, el Papa Luna. La historia de este personaje es curiosa, surge cuando dos (y más tarde tres) papas reclamaron, de forma simultánea, su legitimidad como cabezas de la Iglesia católica apostólica romana. Nuestro hombre contribuyó a la elección del papa Urbano VI, lo que negó al ponerse del lado de los cardenales franceses, en 1378, para la elección de Roberto de Ginebra como antipapa con el nombre de Clemente VII. Tras fallecer éste en 1394, Benedicto fue elegido para sucederle por los cardenales de Aviñón, pese a la oposición de Francia. Al ser depuesto en el Concilio de Pisa (1409), el Papa Luna se encerró en la fortaleza de Peñíscola, donde murió sin haber renunciado a sus reclamaciones, después de haber sido depuesto, de nuevo, en 1417, en el Concilio de Constanza.
A finales del siglo XV se compra a la Orden la villa reintegrándose a la Corona. Felipe II refuerza su fortificación. En la Guerra de Sucesión apoyará a los Borbones. En 1812 será tomada por los franceses (Guerra de la Independencia). Durante la Primera Guerra Carlista(nombre por el que son conocidas las tres guerras civiles que tuvieron lugar en España a lo largo del siglo XIX y que enfrentaron, de un lado, a los partidarios de los derechos al trono de la hija del rey Fernando VII, Isabel II, y, del otro, a los de la línea dinástica encabezada por el hermano de aquél, Carlos María Isidro de Borbón (el infante don Carlos, ‘Carlos V’ para sus seguidores), así como a sus posteriores descendientes) se alinea con Isabel II, después de la Segunda se desmantela militarmente comenzando su decadencia.

Algunas partes de su muralla se atribuyen a construcción romana (aunque esto parece ser más una leyenda que una realidad). Las que realmente nos importan son las que se construyeron entre los siglos XIV-XV e incluso las que miran al mar, construidas por Joan Baptista en el siglo XVI. Las murallas cuentan con tres puertas; la de Santa María, la Puerta de Felipe II o Portal Fosc (de claro estilo italiano) y la del Papa Luna, que da paso a la que fuera residencia del pontífice (Benedicto XIII, último antipapa de Aviñón, durante el Cisma de Occidente).

Su recinto amurallado alberga un castillo templario (siglo XIII-XV) y una iglesia parroquial del siglo XIV. La torre cuadrada con escalera tallada en la roca que baja hasta el mar fue mandada construir por el Papa Luna.

El castillo y la población de Peñíscola fueron inmortalizados en el celuloide por Berlanga en su película “CALABUCH” en el año 1956. En la que un científico nuclear decide refugiarse en el anonimato de un pueblo costero mediterráneo. Sin que nadie sepa su procedencia, se le considera un mendigo por los lugareños, aunque siendo conocedor el pueblo de sus conocimientos le ofrece dar clases en la escuela del lugar.